El año 1985 durante la explotación de materia prima de la Fábrica Nacional de Cemento S.A. (FANCESA), el geólogo Boliviano, Hugo Heymann indicó que las impresiones existentes en un farallón denominado Cal Orck’o, correspondían a huellas de dinosaurios, dándose lugar a uno de los descubrimientos más importantes de la paleontología: más de 5 mil pisadas individuales, siendo “el registro más grande conocido en el mundo” y ocupando “(…) el primer lugar seguido por los yacimientos de Altamira en Italia y Lark Quarry”.
Sucre, la capital de Bolivia, es la ciudad de los cuatro nombres, 4 nombres “CHARCAS” hasta 1538, “LA PLATA” desde 1538 a 1776, “CHUQUISACA” de 1776 a 1825, “SUCRE” desde el año 1825 hasta hoy en día. Caracterizada por sus construcciones coloniales, herencia de lo que fuera la Audiencia de Charcas. Muestra hoy su centro con lúcidas fachadas blancas; pero sin duda, hace millones de años, por allá, grandes dinosaurios caminaron por sus parajes, dejando sus huellas impresas sobre rocas que se fosilizaron en millones de años, se advierten muchos hallazgos, incluso en los dos cerros que vigilan la urbe, el Sica Sica y el Churuquella.
Más allá, a poco más de 4 kilómetros, está el Parque Cretácico, que fuera construido años después del hallazgo de miles de pisadas, para este cometido el año 1998 el Estado boliviano “declaró al lugar como monumento nacional” y promulgando una ley que declara “prioridad nacional la conservación de los yacimientos paleontológicos”, por lo tanto, varias entidades públicas, privadas y la cooperación internacional, dieron su apoyo incondicional.
Más allá, a poco más de 4 kilómetros, está el Parque Cretácico, que fuera construido años después del hallazgo de miles de pisadas, para este cometido el año 1998 el Estado boliviano “declaró al lugar como monumento nacional” y promulgando una ley que declara “prioridad nacional la conservación de los yacimientos paleontológicos”, por lo tanto, varias entidades públicas, privadas y la cooperación internacional, dieron su apoyo incondicional.
El Parque consta
de varias salas, entre ellas una audiovisual y otras de exhibición de diversas
muestras, un café, y además un importante mirador que nos permite ver la totalidad
de un farallón de 1,5 km de largo, donde están impresas las huellas de dinosaurios
más extensas, “descubiertas en el planeta” y aquel “que reporta las caminatas
continuas más largas del mundo”, de un conjunto de vertebrados de Gondwana.
De singular
importancia y estética, están además varias réplicas de animales, habiéndose
respetado los detalles científicos de estudios del mundo: terópodos,
ormotópodos, anquilosaurio, entre otros, resaltando un gigantesco Titanosaurio,
que hostiga por sus dimensiones.
Y allá están
varios guías, Jesús del Castillo que explica a niños y adultos sobre cada una
de las especies en cuestión. Manifiesta que se han respetado al máximo todos
los detalles, y con pasión da a conocer aspectos de la biodiversidad de hace
millones atrás.
Más tarde nos
recibe Carolina Zurita, otra guía que nos hace pasear por todo el parque, atrapa
la cámara fotográfica y ella explica con este instrumento, detalles que el visitante
común no distingue… “estoy 10 años en este proyecto, manifiesta, y en este
tiempo he visto el avance, comenzamos con una pequeña caseta, y vimos cómo poco
a poco, comenzaron a llegar visitantes, de todo el mundo…”, sonríe, y ahora
estamos acá, todos nos preparamos mucho, somos licenciados en Turismo, e
invitamos a estudiantes a formarse más y más… “la paleontología es fascinante
(…) hemos aprendido con expertos que invitamos, sobre todo argentinos, quienes
guiaron la construcción de las réplicas, previo concurso nacional”, explica,
mientras trata de hacernos entender la importancia de investigar más sobre la
naturaleza, y en este caso, el inicio de la formación de los Andes.
“Nuestro mayor
interés ahora, es tratar que se impermeabilice el farallón… hay que estabilizarlo,
nos comenta, cuando le consultamos sobre el futuro.
Sin lugar a
dudas, el Parque Cretácico, es fantástico, no sólo por el descubrimiento de
este importante testimonio de vidas pasadas, sino, por el cariño que se nota
impreso en cada uno de los detalles de la infraestructura construida; por
quienes dan su tiempo para mantenerlo e investigar, y porque sin duda, de
nosotros depende el crecimiento de una de las maravillas mundiales, que está
ahí esperándonos para contemplarla.
Fuente: Dirección
Municipal de Turismo – Sucre s/d: Revista Descubriendo el pasado, DMT, Sucre.
Fotos: Gustavo
Cardoso / Sucre – Bolivia
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